martes, 19 de noviembre de 2013

De resistencias y cuestionarios



Para empezar, debo admitir que la consigna con formularios se me complicó. No tanto por la consigna en sí, sino en parte porque estuve unos días fuera de la ciudad, y al volver me encontré con mucho para hacer (en el curso y fuera de él). Y porque la tarea se me presentó como muy compleja. En primer lugar, por el hecho de que el texto con el que nos tocó trabajar me resultaba un poco alejado de lo que es mi ámbito de trabajo y no me entusiasmaba. Por otro, porque tenía/tengo ciertas resistencias con respecto a los exámenes o ejercicios tipo test, a lo que me parecía que convocaba la consigna y los textos que se propusieron como bibliografía. Principalmente, porque creo que en las ciencias sociales (y más aún en el ámbito de la escritura), son difíciles de aplicar, en la medida en que rara vez hay una única respuesta correcta, a la pregunta que sea. Prefiero las consignas abiertas que invitan a pensar, desarrollar, relacionar. Escribir largo y tendido, en fin, no seleccionar opciones en un papel o responder con una o dos palabras.  A la vez, un buen cuestionario es muy difícil de construir y, el que hice, si bien no me dejo cien por ciento satisfecha, me llevó bastante tiempo. Basta leer los textos para observar la complejidad y variedad de opciones con los que nos enfrentamos al construir un cuestionario. Es una tarea que exige mucha reflexión y también creatividad.

La vuelta que le encontré fue la de pensar en un cuestionario tipo diagnóstico. En mi facultad, algunas asignaturas trabajan con fichas o ejercicios breves (habitualmente, constan de una pregunta) que se responden en clase, en 10 minutos, antes de empezar la clase, como chequeo de lectura y de compresión, y a la vez como puntapié inicial para iniciar la discusión desde interrogantes compartidos. Me imaginé una herramienta de este tipo: un cuestionario que permitiese al estudiante reflexionar sobre su lectura, planteando algunas preguntas que evaluaran comprensión, otras que pusieran en juego la interpretación, y algunos ítems finales disparadores de qué temas profundizar en clase. Creo que este tipo de ejercicio, realizado vía formulario de GoogleDrive, puede ser muy útil, ya que 

a) la herramienta es fácil de usar (tanto para quien crea el formulario como para quien lo responde),
b) permite que los estudiantes autoevalúen su comprensión del texto mientras lo completan y los orienta acerca de los ejes clave a trabajar en la clase, y
c) permite que el profesor llegue a la clase con cierto conocimiento de cuánto se entendió o no del texto. 

También una de las preguntas apuntaba a movilizar la reflexión en cuanto a cuál es el sentido del texto (y, entonces, qué papel juega en el programa, en la materia, etc.) Me refiero al ítem “¿A cuál de los siguientes objetivos crees que responde la sección del texto Recursos naturales, energía, producción compleja y transporte en el mundo posfordista?”.

En mi puesta en escena imaginaria de la clase que seguiría al uso de este cuestionario, imagino repasar las preguntas en conjunto y debatir en torno a las respuestas correctas, empleando el ejercicio como disparador para el abordaje del texto. Si bien yo imaginé/preví una(s) respuesta(s) correcta(s) para cada ítem, éstas a veces coincidieron con la que mis colegas/alumnos respondieron, y otras, no. Entiendo que los textos (y las propias consignas) están sujetos a más de una interpretación y que, sobre todo en las últimas preguntas, más de una respuesta puede resultar correcta si es adecuadamente fundamentada. Desde este lugar, podría armarse un debate interesante en la clase, y un poco a eso apuntaba cuando las formulé (agradezco a los colegas/alumnos por responder!)

Este uso del cuestionario me parece viable en las ciencias de la comunicación. No utilizaría preguntas tipo multiple choice en un examen parcial. 

A la vez, me encontré con gratas sorpresas respondiendo los cuestionarios ajenos: ideas creativas, movilizantes, que establecían puentes interesantes entre el texto sobre los recursos naturales y la problemática de evaluación, planteaban preguntas desafiantes (por ejemplo, a través del uso de casos), que invitaban a reflexionar. Me gustaron, me hicieron pensaron en nuevas/diferentes posibilidades para el uso de la herramienta, quizás más amenas y atractivas que las preguntas que planteé yo en mi formulario. Sin embargo, me quedo con interrogante de si, en algunos casos, estos cuestionarios se debilitaban al no dejar demasiado en claro en qué contexto y con qué finalidad se evaluaba. En última instancia, creo que estos parámetros son los que definen a un ejercicio de evaluación como productivo o no. También entiendo que quizás, en el contexto de una consigna de este tipo, requiere de cierto esfuerzo de imaginación pensar un contexto para la actividad, y puede resultar forzado o artificial.

En síntesis, la actividad me resultó compleja, quizás no muy grata, pero productiva.

*Dejo el link al cuestionario que diseñé, para contextualizar el posteo: https://docs.google.com/forms/d/1_DUvHR9xeP6mC6FrnqDkALX1O5htlmgj5rHxEfHeEG0/edit# 

4 comentarios:

  1. Hola Emilia,
    Me paso algo similar cuando por primera vez me encontre con la herramienta "formulario", me parecia que lo unico que obtendría como producto final era un choice. Finalmente al trabajar descubri una forma muy útil para realizar evaluaciones del tipo diagnósticas, pienso mucho en utilizarlas durante el curso de la materia en la cual participo. Creo como vos que son un buen elemento para diagnosticar que han entendido los alumnos en su lectura de la bibliografía y que además permiten una retroalimentación hacia el alumno ya que ellos también se enfrentan ante su propia comprensión. En fin me pareció un buen elemento para trabajar sobre desempeños de comprensión durante el transcurso de un curso.
    Saludos.
    Celeste

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  3. Hola Emilia: encuentro varios puntos en común entre tus apreciaciones y las mías sobre el uso que se le puede dar a los formularios. Quizás nuestra formación en el campo de las ciencias sociales condicionan ciertas miradas sobre el tipo de preguntas que habilita dicho instrumento y las que valoramos nosotros en nuestras prácticas académicas dentro del paradigma de las ciencias sociales, donde -entre otras cosas- su busca y se habilita la multiplicidad de miradas sobre un mismo objeto y donde "rara vez hay una única respuesta correcta, a la pregunta que sea".
    Por otro lado, también coincidimos en algo sobre el objetivo de la evaluación elegido: en mi caso no fue diagnóstica solamente sino insumo para seguir adelante con la propuesta de enseñanza, materia prima de nuevas clases; teniendo en cuenta la evaluación de la comprensión que se tiene, lo que falta, los obstáculos; orientar acerca de los ejes clave de la materia y el abordaje que se plantea.
    Seguimos! Laura

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  4. Hola Emilia...leyendo tu entrada veo que coincidimos en algunas cosas que también manifesté en mis entradas. Coincido en que al principio también me pareció una tarea compleja la utilización del Formulario y más con un texto totalmente ajeno a mí pero finalmente encontré esto desafiante y hasta en cierta manera sentí que lo podría hacer con cualquier texto que me den.
    También decidí hacer un test tipo diagnóstico que apuntaba a la compresión de texto pero también a la reflexión. Dos motivos me llevaron a esto, primero porque no me animaba a ponerle "nota" a mis compañeros evaluando sus conocimientos sobre el texto y además quería hacer algo distinto a lo que estoy acostumbrada, y de hecho aparecieron reflexiones muy diversas quizá sobre un mismo hecho.
    Y finalmente veo las mimas ventajas que mencionas sobre esta herramienta sobre todo que es de fácil implementación con lo cual no hay excusa para no utilizarla.
    Un saludo!

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