Desde el año 2009, en el marco de
las comisiones que co-coordino en la asignatura Taller de Expresión 1 —un
taller de escritura de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA—, implementamos
una experiencia pedagógica que combina el trabajo presencial con el virtual, a
través de blogs que cada estudiante crea especialmente.
Entendemos a la escritura como un
proceso recursivo, en el que se hace necesario planificar, escribir, revisar,
reescribir, volver sobre la planificación. Y, puesto que trabajamos en una
modalidad de taller, nos interesa especialmente alentar el trabajo en co-elaboración y propiciar la edición cooperativa entre
pares, proponiendo que los estudiantes compartan sus producciones escritas, se lean
entre sí y participen críticamente en el proceso creativo de los demás. A
través de los blogs, los participantes del taller pueden acceder a la escritura
de los demás y realizar comentarios, destacando fortalezas y aspectos a
revisar. Las coordinadoras del taller acompañamos estos procesos, orientando,
motivando y tejiendo redes de lecturas.
Reflexionando a partir de nuestras experiencias, notamos una dificultad que surgía en relación a esta tecnología. La modalidad con que funcionan los comentarios en Blogger no nos permitía trabajar en la revisión de la superficie textual (por ejemplo, resaltando oraciones o párrafos en los que debiera revisarse la ortografía o la puntuación). Por este motivo, este año optamos por utilizar GoogleDocs como herramienta cotidiana de trabajo, ya que nos permite realizar señalamientos en el cuerpo del texto, y dejamos a los blogs como un espacio en el que exhibir los trabajos terminados al final del taller.
En este curso he descubierto
nuevos recursos que, articulados con los blogs, nos permitirían enriquecer
nuestro trabajo y subsanar la dificultad que mencionaba.
En primer lugar, la herramienta
de marcación social Diggo, que permite realizar subrayados y agregar comentarios
flotantes, nos ayudaría a trabajar con detenimiento en la superficie los textos
en los blogs. El hecho de que haya que acceder con el usuario de Diggo para ver
estos comentarios es también positivo, porque brinda privacidad a los
estudiantes. No todo el que entre en sus blogs va a ver estas notas, sólo sus
compañeros, los coordinadores y ellos mismos.
Y, en segundo lugar, Netvibes, como espacio de organización,
para facilitar el seguimiento diario de los blogs. Habitualmente, cada semana
teníamos que recorrerlos uno a uno, si queríamos enterarnos de las novedades.
Además de ser poco práctico, las actividades de todos los estudiantes se
presentaban como dispersas y fragmentadas, más allá de los nexos que pudiéramos
construir a través de comentarios o links. Vía RSS, Netvibes integra las
actividades de todos los integrantes de la comisión, recomponiendo el espacio
del taller en una sola pantalla.
Diggo y Netvibes nos ayudarán así
a seguir tejiendo nuestra red de aprendizaje y diálogo, a tender nuevos puentes
para el intercambio. Y es que lo principal en el taller, en definitiva, no son
los dispositivos tecnológicos (la escritura lo es, al igual que las TIC), sino la conciencia de que aprendemos en la
grupalidad, en conjunto.
Cuando me contaste por twitter el uso que proponen del gdocs y el blog para las producciones de l@s estudiantes volví a pensarlo en relación con el trabajo de campo que se plantea en Psicología Institucional, materia en la que estoy incluida como docente. Vuelvo a leerlo aquí y me doy cuenta de que no puedo desarmar una idea: el blog me sigue pareciendo un lugar de demasiada exposición. Me pregunto por qué.
ResponderEliminarAhora conecto -¿o linkeo?- con una punta para pensarlo. Creo que no tomé en cuenta los instituidos de cada profesión y los usos y costumbres de cada unidad académica.
Si en Comunicación trabajan en la línea de dar a conocer a un público masivo (¿es un imaginario presente o me estoy extralimitando en la proposición? ), en Psicología hay un fuerte subrayado en la confidencialidad y el extremo cuidado del vínculo que se establece con la organización y sus miembros. Este imaginario también se apoya en la práctica clínica y privada de mi profesión, en la que es importante no dejar trascender el contenido de lo que se trabaja.
Si bien en Psicología Institucional buscamos pensar los atravesamientos y conocer los anclajes en la historia social (me doy permiso para la redundancia) de las organizaciones y las que conforman nuestra mirada, la pregunta sobre ¿qué se puede compartir de lo conocido y analizado? ¿de qué maneras? ¿con quiénes?, parece resolverse para el lado más conocido.
Parece que la línea de la timidez que me había agarrado tomó nuevos rumbos para seguir recorriendo.
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ResponderEliminarMuy interesantes tus ideas, Paulette. Tenés un poco de razón quizás con respecto a los usos y costumbres de cada carrera y cada profesión. Taller 1, sin embargo, quizás sea una excepción en algún nivel. Porque en Comunicación hay talleres de periodismo, pero nuestra asignatura es un taller literario: escribimos cuentos, crónicas, ensayos. Y por lo general, en el proceso de escritura, los estudiantes vuelcan cuesiones íntimas y personales de las que no quieren hablar abiertamente. Se sienten además expuestos compartiendo sus trabajos, porque su escritura cuenta mucho sobre ellos. En ese sentido, se requiere un manejo cuidadoso de los comentarios y de la exposición que reciben los trabajos. A muchos les encanta ser leídos y recibir crítica constructiva. Otros se muestran herméticos.
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